sexta-feira, dezembro 12, 2003

Conclusões do Congresso
"Luzes no Labirinto Audiovisual
- Educomunicação num mundo global"

El Congreso Luces en el laberinto Audiovisual organizado por la Universidad de Huelva y el Grupo Comunicar ha servido como un excepcional lugar de encuentro en el que se han planteado diversos objetivos entre los que cabe destacar:

Promover el intercambio de ideas que permitan construir el futuro de unos medios de comunicación y sistemas de información al servicio de una Sociedad del conocimiento.
Servir de plataforma para la creación de puentes entre los diversos contextos de aprendizaje: la familia, la escuela y la Universidad, los medios y sistemas de información y comunicación-representados asimismo por medios tradicionales como la prensa, la radio y la televisión y también por la constancia de otros variados consumos de nuevas pantallas-. Huelva ha sido la muestra, al unísono, de la vitalidad, de la
inquietud y de la necesidad de cambio que se vive en el ámbito de la educomunicación o de la educación en medios.
Más de 600 participantes, la pluralidad de países intervinientes, de experiencias, lenguas y enfoques acredita la fortaleza y riqueza de la educación en medios, y confirma la importancia que la educomunicación adquiere en el área iberoamericana. Esto ha significado contar con una amplia representación de especialistas que han trabajado durante amplios períodos en el análisis, producción, aprovechamiento social, educativo y cultural y también en la evaluación, de medios y sistemas de información y comunicación. Especialmente rica ha sido la presentación de comunicaciones que desde el ámbito Iberoamericano han representado variados enfoques en la forma de trabajar la educación para los medios, la educación en materia de comunicación o la educomunicación, según decidamos elegir alguna de las principales denominaciones por las que se identifica este ámbito de especialización.
Muy relevante ha sido la participación de otros agentes sociales como movimientos sociales u organizaciones no gubernamentales, entre las que pueden citarse las asociaciones de telespectadores que han traído a Huelva un manifiesto conjunto.
Esta vitalidad es la expresión de una larga tradición, de la diversidad de nuestras experiencias y de la voluntad acreditada por personas y colectivos que promueven la educación en medios con la aspiración de participar en una ciudadanía democrática. Voluntad
que, en muchas ocasiones, tiene que desarrollarse en condicione difíciles y precarias de escasez de recursos y, en ocasiones, de incomprensión institucional, pero que es, en todo caso, su mejor fuerza y su atributo clave.
Inquietud, también, porque el entorno mediático global que se va configurando, con sus fenómenos de concentración de medios, su enorme poder de impacto social y su constante expansión crea, además de enormes posibilidades y oportunidades, riesgos evidentes. Inquietud, por consiguiente de que la educomunicación pueda contribuir al reequilibrio de la situación potenciando la autonomía de los sujetos
usuarios y receptores, de las audiencias y de los públicos, inquietud y voluntad de que se sostengan os factores que ayudan a reequilibrar este nuevo entorno: la defensa del servicio público auténtico en el
campo de los medios, especialmente en televisión, la defensa y la promoción de la participación cívica en los medios y de la garantía de que tanto el mercado como los medios públicos se regulen y se organicen para servir adecuadamente a los intereses ciudadanos.
El Congreso ha reafirmado la importancia del factor humano como eslabón imprescindible de cambio y transformación. A lo largo del mismo se ha reiterado la necesidad de que la educación para los medios se asuma desde un nuevo humanismo capaz de promover la creatividad de la persona, poner en primer plano los mejores valores de las sociedades democráticas y ayudar al ejercicio de un pensamiento crítico, desde el respeto a las minorías y la consideración de los nuevos y variados contextos sociales, culturales, geopolíticos, y ambientales que actualmente afectan a nuestro mundo globalizado.
En algunas conferencias se ha destacado el extraordinario valor de trabajar desde un punto de vista integralmente ecológico que convierta a la educomunicación en un ámbito más al servicio de la preservación del planeta y un concepto socializado y no mercantilista de la idea de bienestar. Para ello, también desde la educomunicación, hemos de asegurar la eliminación del hambre en el mundo y el que todos los seres humanos vivan con dignidad y sin que se vean vulnerados los derechos humanos.
Nuestro ámbito de especialización ve como prioritario conocer las necesidades del niño. En este sentido es preciso tomar como documento imprescindible de referencia la Declaración Universal de los Derechos del niño.
Es patente, por tanto, una necesidad de cambio que, manifestada explícita e implícitamente, se concreta en los siguientes aspectos:
- Necesidad de consolidar la educación en medios como un campo coherente e integrado de saberes que logre trascender el estado inicial de una emergencia algo dispersa y heteróclita y alcanzar un estado consolidado en el que se logre una adecuada convergencia disciplinaria y, al mismo tiempo, una adecuada ordenación en áreas metodológicas y disciplinares. Espacio donde deben converger la pedagogía, la didáctica, la semiótica, el estudio del discurso, los estudios culturales, la sociología, antropología, estética, política de medios, teoría de la comunicación, saberes profesionales mediáticos, etc.
Necesidad de pasar de un estadio de reivindicación y denuncia a un estadio de acción crítica y constructiva. Se trata de pasar a la acción, de explorar nuevas vías para la acción hasta convertir la educación en medios o la educomunicación en un factor del progreso social, y del avance en la ciudadanía democrática, que asegure condiciones para la igualdad y para la justicia.
Necesidad, consecuentemente, de iniciar una nueva estrategia de cooperación y de acción, que nos ofrezca nuevos instrumentos de relación y unión y potencie nuestras posibilidades y las articule en un nuevo paradigma.
Esta necesidad de cambio, este impulso hacia un nuevo paradigma constituye el gran valor y la gran apuesta iberoamericana, acredita su especificidad y su funcionalidad en un mundo global. Y, sobre todo, afirma la necesidad de dejar de ser un territorio para la penetración y ejercitación de modelos y experiencias ajenas y participar en plan de igualdad con otras áreas del mundo, especialmente, las de mayor poder económico. Diálogo igualitario que, en todo caso, va a permitir la expansión de algunos de nuestros mejores valores, la proyección de nuestras experiencias y su acreditación modélica que, en determinados momentos, se ha visto perjudicada por la escasa visibilidad de Iberoamérica en un mundo globalizad desigualmente.
Es, por tanto, en momento de la acción estratégica, de la fijación colectiva de tareas objetivos alcanzables y el momento de dotarnos de estructuras necesarias para asegurarnos que cumplimos de un modo eficaz y progresivo nuestros propósitos. Se hace preciso, en este sentido, la fijación de:
- Nuevas metas
- Nuevas formas de organización
- Nuevas formas de difusión y de comunicación
- Los campos en que todos estos aspectos se han reconocido en Huelva pueden ordenarse en relación con los siguientes ámbitos:
- El sistema educativo formal y las posibilidades virtuales
- El entorno mediático, su equilibrio y ordenación
- El sistema industrial y la producción de contenidos y tecnologías
- La investigación y evaluación
- Las nuevas formas de organización
De manera más concreta, el Congreso Luces en el Laberinto audiovisual ha evidenciado que para dar para a la acción en educomunicación, es preciso:
- Promover la producción de comunicación por parte de niños y jóvenes. La educación para la comunicación de la infancia debería facilitar el acceso a los recursos expresivos, a las técnicas y a la creación de mensajes que permitan utilizar de la forma más idónea tecnologías y recursos tradicionales y otras más novedosas. Este Congreso ha servido para recordarnos que medios como la prensa, el cómic o la radio, siguen teniendo posibilidades educativas inagotables y resultan imprescindibles como recursos creativos e instrumentos para un más amplio acceso al conocimiento de realidades cada vez más complejas.
Avanzar y diseñar modelos de enseñanza, adelantándose al futuro, desde una perspectiva constructivista que permita promover un aprendizaje activo por parte de los propios niños y jóvenes. La recuperación de medios y recursos de comunicación
no está en contradicción con la utilización de las más modernas tecnologías en las que convergen el audiovisual, las telecomunicaciones y la informática. En este Congreso se han mostrado brillantísimas experiencias de cómo el aprendizaje multimedia ha de plasmarse también en la producción de materiales monomedia y multimedia realizados por los propios escolares.
Investigar en metodologías que ayuden a educar el gusto estético de la población, frente a la visión meramente tecnologicista de la enseñanza de las TIC. A este respecto, el trabajo didáctico en áreas como la música y la plástica cobra especial relevancia ya que, como hemos tenido ocasión de comprobar en este Congreso, las tecnologías de la información y de la comunicación son potenciales y reales aliadas de las enseñanzas artísticas y animan y motivan la sensibilidad creativa de jóvenes y adultos.
Las asociaciones, instituciones, colectivos profesionales, especialistas y expertos que nos hemos dado cita en este Congreso queremos proponer un primer listado de acciones que puedan ayudar a
asentar definitivamente el valor de la educomunicación como ámbito transformador de nuestra sociedad:
La riqueza, variedad y diversidad de las propuestas y experiencias expuestas en este Congreso obliga a apoyar cuantas iniciativas estén encaminadas a promover un mejor conocimiento y una mayor coordinación de quienes trabajamos en el ámbito de
la educomunicación en toda Iberoamérica. Se propone apoyar cuantos esfuerzos se han presentado en este Congreso con la finalidad de crear directorios útiles que promuevan ese intercambio para un mejor conocimiento de todas las actividades que se realicen en el terreno de:
- La formación de niños y jóvenes, adultos, minorías marginadas,etc.
- La investigación universitaria
- El campo asociativo: asociaciones de telespectadores, de profesionales de la educación, de profesionales de la comunicación, etc.
- La producción de materiales útiles para el aprovechamiento educativo
- La evaluación de materiales
- El intercambio comunicativo
A este respecto sugerimos que el Grupo Comunicar continúe con su función de colectivo anfitrión y confeccione un primer listado de todas las personas, asociaciones e instituciones participantes a modo de primer directorio para el intercambio.
Se insta a las autoridades educativas de los diversos países iberoamericanos a que reconozcan el valor de la educomunicación como un territorio de extraordinaria importancia para profundizar en el acceso a una sociedad del conocimiento, para la formación de ciudadanas y ciudadanos más libres y para el asentamiento de los valores democráticos de nuestras sociedades.
Se recomienda el apoyo a investigaciones que promuevan el análisis y evaluación de las experiencias existentes en el ámbito iberoamericano, desde los diversos contextos locales, regionales y nacionales. Asimismo, se propone analizar todas aquellas
experiencias que sirvan para ilustrar acerca de las buenas prácticas existentes en el terreno de la producción audiovisual y multimedia en nuestros países.
Se insta a los partidos políticos y a los gobiernos de toda Iberoamérica a que reconozcan dentro del currículum la importancia de la educomunicación como área de interés de carácter transversal.
Se insta igualmente a los gobiernos a promover acuerdos de colaboración entre el sistema educativo y los medios de comunicación con un mayor grado de implantación social y a que pongan los medios para la producción de materiales útiles para la educación y promuevan la formación crítica de la ciudadanía
en este mismo campo.
Se hace una recomendación especial para que los Ministerios de Educación de los países Iberoamericanos recojan las ingentes aportaciones realizadas hasta la fecha por educomunicadores
de todo el mundo y para que la enseñanza de las tecnologías de la información y de la comunicación no olvide incorporar éstas desde los diversos paradigmas que han nutrido el ámbito de la educación en materia de comunicación.
Se propone que se cumplan las leyes vigentes en materia audiovisual y de aquellas otras que afecten a las políticas de información y comunicación y se urge a la creación de los organismos de control ya aprobados por instituciones como el Senado español, en el caso del Consejo Superior del Audiovisual, que desde su aprobación en 1995 sigue sin ponerse en funcionamiento a nivel estatal.
Se anima a las instituciones a apoyar cuantos congresos, jornadas, seminarios, etc. se convoquen con el fin de promover un debate social sobre el aprovechamiento educativo de los medios y de los sistemas de información y comunicación.
Se sugiere la promoción de canales de radio, televisión, suplementos de prensa, etc. que permitan apoyar la producción de programas y cuantas experiencias resulten útiles para la educación.
La educación para la comunicación deberá aprovechar la experiencia acumulada durante más de cuatro décadas y recoger todas aquellas experiencias útiles que ayuden a orientar la enseñanza de los medios en este comienzo de siglo.

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